¿Qué es una cámara de vigilancia IP y cómo funciona?
En general, existen dos grandes familias en el mundo de las cámaras de vigilancia en base su tipo de conectividad. Dichas familias son: las analógicas y las cámaras IP.
Las cámaras IP, que son las que nos interesan aquí, son aquellas que pueden conectarse a la red por medio del Protocolo de Internet (Internet Protocol à IP). Dicho en cristiano, son las cámaras que se pueden conectar por sí mismas a internet y a cuya información o grabaciones, guardadas en formato digital, podemos acceder por medio de nuestro móvil, Tablet o PC con conexión a internet.
Esto no quiere decir que necesiten de un ordenador para grabar, visualizar o retransmitir imágenes, pues la propia cámara ya tiene la tecnología necesaria para eso. De hecho, se podría decir que una cámara IP es una fusión de una cámara con un ordenador. Lo que realmente quiere decir es que, si esa cámara está conectada a una red con conexión a internet, cualquier dispositivo conectado a internet con permisos para acceder a dicha red y a dicha cámara podrá tener acceso a su contenido.
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¿Por qué comprar cámaras de videovigilancia IP?
Sí no conoces muy bien las ventajas, a continuación te desglosamos un listado conciso con las mismas para que tú mismo te convenzas de que son una buena opción. También te indicamos las desventajas más a bajo y a que es necesario que dispongas de toda la información para realizar la mejor compra posible. No te entretenemos más, lee los pros y los contras de las cámaras IP y decide si están hechas para ti.
Ventajas de las cámaras IP
- Calidad de imagen generalmente superior. Aunque las cámaras analógicas han mejorado sus tecnologías para proporcionar resoluciones superiores al FHD, no suelen ser comunes las cámaras con resoluciones mayores a 1080p. Por el contrario, es muy fácil encontrar cámaras IP con resoluciones de hasta 4K por precios razonables sin mucho esfuerzo.
- Versatilidad en el tipo del almacenamiento. Las cámaras IP permiten guardar sus imágenes registradas de muchas formas distintas, como puede ser mediante tarjetas SD, dispositivos NVR, una NAS, un servicio Cloud (almacenamiento en una nube) o incluso mediante tu propio teléfono móvil. Las cámaras analógicas están mucho más limitadas a nivel de versatilidad de almacenamiento (actualmente se usan DVRs) a no ser que se opte por digitalizar los registros.
- Mantenimiento de la calidad de las imágenes al transmitirlas. Las cámaras analógicas están mucho más expuestas a la pérdida de calidad de imagen que las IP, pues transmiten sus vídeos mediante cables coaxiales y estos son mucho más susceptibles de sufrir perdidas de calidad de imagen por circunstancias como una gran longitud de cable, su calidad o posibles interferencias electromagnéticas. También perderán algo de su calidad si, para almacenarlas, se opta por digitalizarlas ya que en este proceso siempre se pierden datos. Todo esto se reduce sustancialmente con los videos digitales capturados y transmitidos por las cámaras IP ya que, por un lado, en el caso de haber problemas en la transmisión estarían más relacionados por problemas puntuales con la red que son bastante más simples de solucionar o evitar y, por otro, las imágenes ya son de tipo digital, por lo que no hay que transformarlas y no perderán información.
- Capacidades avanzadas. Los sistemas de vigilancia digitales, cuya base son las cámaras IP, permite el procesado directo tanto de las imágenes capturadas como de los sonidos y del resto de eventos que la cámara pueda registrar. Esto significa que pueden utilizar técnicas modernas de análisis de vídeo, audio, etc., para, por ejemplo, distinguir entre personas, animales y objetos, para detectar llantos de bebé o ladridos, para enviar notificaciones al detectar presencias o entidades en movimiento…
- Capacidad de conexión flexible y de acceso remoto. Las cámaras IP se pueden conectar tanto a redes locales como a internet, lo cual facilita en gran medida el acceso desde otros dispositivos a la información de la cámara. Gracias a su capacidad de conexión a internet permite a los usuarios de la cámara conectarse a ella desde cualquier lugar del mundo con acceso a internet, el famoso Acceso remoto.
- Fácil escalabilidad del sistema y fácil integración con otros sistemas de seguridad previos. Gracias a que se pueden conectar a redes de comunicación, esto permite que se pueda integrar fácilmente con otros dispositivos, ya sea nuevas cámaras adquiridas para escalar el sistema de videovigilancia como otros sistemas de seguridad previamente instalados en la casa que también se comuniquen mediante una conexión de red.
Desventajas de las cámaras IP
- Requieren un mínimo ancho de banda para transmitir imágenes de buena calidad. Si queremos registrar imágenes de gran calidad y altas resoluciones, la red de comunicación tiene que estar preparada para transmitir su peso de forma fluida, de lo contrario, podrán darse problemas en la transmisión de información en la red.
- A mayores prestaciones, mayor complejidad de uso y configuración. La curva de aprendizaje para sacar el mayor potencial de estas cámaras es mucho más elevada que la de las cámaras analógicas, especialmente si la cámara IP cuenta con mayor número de características avanzadas.
- Dependencia de la red. Aunque las cámaras IP se pueden usar sin internet, su uso está principalmente enfocado a que estas se conecten a redes, tanto a locales como a internet. Esto hace que su correcto funcionamiento dependa en gran medida de que no haya problemas de red.
- Seguridad y privacidad más vulnerables. Las cámaras IP conectadas a la red son más vulnerables a que alguien ajeno acceda a ellas que las cámaras analógicas. Esto no quiere decir que sea fácil acceder a ellas sin permiso, pero sí es más sencillo que acceder a un sistema analógico. No obstante, como pequeño pro dentro de esta desventaja, una cámara IP cableada es más segura en este aspecto que una cámara WiFi.
¿Cómo elegir la cámara de videovigilancia IP que mejor se adapta a mis necesidades?
Estos son los factores más importantes que debes tener en cuenta para elegir la cámara IP que mejor se adapte a tus necesidades y circunstancias. Échales un ojo, pulsa en cada uno de los factores para desplegar toda su información.
Aspectos importantes para elegir mi cámara IP
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¿La cámara se ubicará en el exterior o en interior?
Cualquier cámara, sea del tipo que sea, requerirá de mayor resistencia física y a las condiciones climáticas si se ubica en exteriores que si se ubica en interiores. Por otro lado, si deseas conectarla a tu red local o a internet, probablemente la instalación sea más compleja si la cámara se ubica en el exterior que si se ubica en el interior, ya sea por distancia al rúter o por la robustez del cableado a utilizar.
También puede interesarte, a la hora de comprar una cámara IP, barajar la opción de adquirir una cámara IP WiFi. Si deseas saber más sobre éstas, pincha el enlace anterior, pues en esta sección te presentamos las cámaras IP con conexión cableada.
Tipo de alimentación eléctrica y distancia a la fuente.
Es importante que sepas que lo normal hoy en día es que las cámaras IP cableadas se conecten tanto a la luz como a internet por el mismo cable Ethernet. Este sistema es el que se conoce como Power of Ethernet (PoE). Esto es una ventaja ya que se reduce el cableado necesario para la instalación.
No obstante, las cámaras que funcionan con PoE necesitan siempre de un complemento, que se vende por separado, que permite tanto la transmisión de datos como la de electricidad a través del mismo cable Ethernet. Este complemento es un switch PoE, también conocido como inyector PoE. A él se conectará la cámara con su cable PoE, mientras que el mismo switch debe conectarse al rúter para recibir la señal de internet.
Por último, debes tener en cuenta la ubicación del rúter, la del switch PoE y la ubicación final de la cámara para saber cuánto cable necesitarás en la instalación.
Integración con otros sistemas y escalabilidad
Si tienes un sistema de vigilancia anterior y deseas añadir tu nueva cámara IP, para ello deberás saber si tu cámara es compatible con el sistema de control de tu sistema de seguridad previo. Esto puede ser que se pueda conectar al mismo PC que utilices para gestionar el sistema de seguridad, o si éste se maneja mediante Alexa o Google Assistant, que tu nueva cámara IP sea compatible con el mismo.
Más o menos algo parecido pasa con el tema de la escalabilidad, es decir, si en un futuro piensas comprar más cámaras dentro de tu sistema de vigilancia. Para ello debes saber si la cámara IP que has elegido admite esta funcionalidad, cuales son los factores de configuración a tener en cuenta y que otras cámaras pueden ser compatibles con tu cámara (aquí, lo ideal, es comprar varias cámaras del mismo tipo modelo).
Tu presupuesto.
Las cámaras IP hoy en día son bastante asequibles. Puedes adquirir una con muy buena calidad de vídeo por un valor medio de unos 40 euros. No obstante, a ello debes añadir al menos la adquisición de un switch PoE que permita que la cámara se conecte a la luz y a la red mediante el mismo cable Ethernet. Los hay bastante asequibles, pero contando con un gasto de 30€, esto aumenta el costo inicial a unos 70€ de media.
También deberás tener en cuenta, ya de forma opcional, otros gastos. Un ejemplo puede ser la suscripción a algún servicio de nube o de soporte específico que, entonces, encarecerá el precio de tu cámara. Otro gasto opcional a contemplar es si deseas o necesitas algún complemento especial como, por ejemplo, hardware de control por voz como Alexta. Todo esto, como hemos dicho, no es necesario para comprar en sí una cámara de vídeo IP, pero puede que te interese por lo que tendrás que tenerlo en cuenta para tu presupuesto.
Preguntas frecuentes sobre las cámaras IP
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¿Se puede ver en vivo lo que graban las cámaras IP online?
Lo normal es que sí. Toda cámara IP conectada a una red con internet es accesibles desde cualquier lugar con acceso a internet. En las instrucciones que acompañan a estas cámaras siempre se le indica al usuario la aplicación que debe instalar en su móvil, o a la que debe acceder por internet, para tener acceso a su cámara IP.
De entre las opciones que un usuario puede elegir en la aplicación que gestiona su cámara IP, siempre suele estar la de la visualización en directo por lo que, siempre que la conexión de la cámara a la red funcione y que nuestro dispositivo móvil tenga una buena conexión a internet, podremos visualizar en directo todo lo que nuestra cámara esté capturando en ese momento.
¿Qué es el Protocolo de Internet y cómo permite efectuar la comunicación con nuestra cámara?
Para hablar y comprender el Protocolo de Internet es necesario, en primer lugar, explicar lo que es la Pila de Protocolos de Internet. A modo de definición simple, podemos decir que la Pila de Protocolos de Internet es una serie de capas super puestas e interconectadas de procesos estandarizados que garantizan el correcto envío de datos entre dispositivos a través de internet. Para comprenderlo mejor, podemos comparar esta Pila de Protocolos de Internet con los distintos procesos estandarizados de una empresa de mensajería tradicional que ésta lleva a cabo para enviar una carta, un paquete, o incluso un mobiliario de habitación dividido en paquetes menores, desde su dirección de origen hasta su destino.
La pila de protocolos TCP/IP
La pila de protocolos más estandarizada hoy en día por la que se rigen la mayoría de las comunicaciones en internet es la conocida como Modelo TCP/IP, la cual se compone de las siguientes capas o procesos:
La capa de enlace o de acceso a la red
es la capa donde procesa la forma de conexión física (por medio de cables o conexiones inalámbricas) de un dispositivo a internet. Los protocolos más conocidos en esta capa son ETHERNET y los Wireless Fidelity (WiFi).
La capa de red o de internet
Es la capa que se encarga de establecer las rutas por las que los datos viajan en la red. Su forma de hacerlo es estableciendo las direcciones de origen de envío (la de tu móvil, tu tablet), de destino (la del PC servidor que aloja una web) y las intermedias (tu rúter con conexión a internet) por las que los paquetes de información deben circular para que la comunicación en la red se lleve a cabo.
En la capa de red se encuentra, entre otros,el protocolo IP, el cual establece el estándar que define las direcciones de envío de los datos con la codificación numérica de tipo 192.168.1.1 o 127.0.0.1 por ejemplo (a estos códigos numéricos se les llaman direcciones IP). También realiza el empaquetado IP de los datos, en el cual se marcan dichos paquetes de información con todas las direcciones IP de la ruta a seguir, pero no se encarga de asegurar ni que todos los datos lleguen a destino ni en el mismo orden
La capa de transporte
Es proceso que determina la forma de envío los paquetes datos, descomponiéndolos en pequeños segmentos de información que enviarán entre los equipos equipo de origen y de destino (el ejemplo del mobiliario de habitación, en que se determina cómo se envía cada mueble y desmontado en cuántas piezas), y garantiza que los datos recibidos por el receptor son los mismos que los enviados por el emisor. El protocolo más conocido de esta capa es el TCP (Transfer Control Protocol).
La capa de aplicación
Es la capa que determina cómo se va a presenta la información enviada al usuario. Es quizás la menos comparable con una empresa de mensajería, pero no por ello carece de importancia. En esta capa se dan los protocolos DNS (Domain Name System), que traduce una dirección IP (195.35.49.230) a un nombre de dominio (debsdesignweb.com); el FTP (File Transfer Protocol), que genera una conexión directa de transferencia de datos organizadas en ficheros y carpetas entre dos equipos; o el HTTP, que determina por ejemplo, el modo en que se envía las peticiones en una web desde el navegador del usuario al servidor para obtener datos.
Conclusiones del funcionamiento de la pila TCP/IP
Conociendo ya la pila de protocolos TCP/IP, podemos comprender que las cámaras IP tienen establecida su propia dirección IP y se comunican con nuestro rúter y, por ende, con el resto de nuestros dispositivos, conociendo cada una de sus direcciones IP públicas y enviando paquetes de información, normalmente, en base al protocolo TCP entre los dispositivos conectados. En una explicación más mundana, las cámaras IP se conectan a nuestro módem/router con acceso a internet y nosotros, desde nuestro móvil, por medio generalmente de una aplicación que nos indica el fabricante de la cámara, podremos acceder a través de internet a nuestra cámara IP para gestionarla y acceder a sus contenidos.
Si deseas saber más sobre el protocolo de internet puedes indagar más sobre ello en este artículo de Cloudflare. En cuanto a la pila de protocolos puedes acceder a esta página para aprender más sobre él.